“Subieron, no sin que a Jacinta
le quedaran ganas de examinar bien toda la pillería que en el patio quedaba.
Allá en el fondo había divisado dos niños y una niña. Uno de ellos era rubio y
como de tres años. Estaban jugando con el fango, que es el juguete más barato
que se conoce. Amasábanlo para hacer tortas del tamaño de perros grandes. La
niña, que era de más edad, había construido un hornito con pedazos de ladrillo,
y a la derecha de ella había un montón de panes, bollos y tortas, todo de la
misma masa que tanto abundaba allí. La señora de Santa Cruz observó este grupo
desde lejos. ¿Sería alguno de aquellos? El corazón le saltaba en el pecho y no
se atrevía a preguntar a la zancuda. En el último peldaño de la escalera
encontraron otro obstáculo: dos muchachuelas y tres nenes, uno de estos en
mantillas, interceptaban el paso. Estaban jugando con arena fina de fregar. El
mamón estaba fajado y en el suelo, con las patas y las manos al aire,
berreando, sin que nadie le hiciera caso. Las dos niñas habían extendido la
arena sobre el piso, y de trecho en trecho habían puesto diferentes palitos con
cuerdas y trapos. Era el secadero de ropa de las Injurias, propiamente imitado.”
Benito Pérez Galdós
Hace unos días leía el fragmento de la novela: “Fortunata y Jacinta”, que tenéis arriba, y me puse a pensar sobre cómo ha cambiado todo. La novela es de hace muchos años, pero puede describir costumbres de hace bien poco. Los niños y niñas se divertían así, no había juguetes sofisticados, ni tablets u otras pantallas. Cualquier objeto era un juguete potencial, pues sólo hacía falta poner en práctica la imaginación para convertir una piedra en un objeto divertido, o un palo en una lanza, y con eso surgían fantasiosas historias de soldados o piratas.
No es que quiera que desaparezca lo que tenemos, digo que podemos contar con otras opciones de juego, más natural, más ecológico, e igual de divertido.
Todo acorde con las ideas de nuestro taller: disfrutar de lo natural y ser un poco más ecológico. Ya ves que los niños de nuestro relato aprovechan todo: barro, palos, cartones…
¿Cuál fue el primer juguete de la historia?
El juguete más antiguo del que se tiene registro tiene 4 mil años y se trata de un sonajero hecho de terracota descubierto en un yacimiento arqueológico en Turquía.
ACTIVIDAD
Propón un juego natural y ecológico. Puedes ser como los que hemos descrito, una manualidad con elementos naturales…
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