jueves, 30 de enero de 2020

ACTIVIDAD 7: LA MAGIA DE LOS SERES INVISIBLES


Hay veces que al adentrarme en un bosque siento cierto respeto, sobre todo en esos antiguos, los que están poblados en su mayoría por árboles centenarios. Un bosque no nos debe dar miedo, al contrario, podemos disfrutar enormemente de las maravillosas sensaciones que nos provoca. En ocasiones me gusta disfrutar de la inquietud de lo desconocido de su la paz y refugio.
En el bosque hay mucha vida. A Muchos seres vivos que lo habitan los podemos ver directamente, por ejemplo, pequeños insectos, lagartijas… pero otros están allí y no los vemos.
Cuando camino por el hayedo del valle de Tobía, o Sierra Cebollera, de vez en cuando pienso que puede haber un corzo o un jabalí mirándome detrás de alguna de esas grandes hayas.


“Los bosques son la garantía para que en La Rioja puedan vivir grandes ungulados salvajes. Las únicas especies que quedan en el Sistema Ibérico riojano de ese extenso grupo son el corzo, el ciervo, y el jabalí. De los tres, el corzo es el más apegado y dependiente del bosque, su población es boyante y las Sierras de la Demanda y de los Cameros se encuentran entre las mejores zonas corzunas de la Península. Sin embargo, al lobo ibérico le ocurre todo lo contrario, los bosques y matorrales del Alto Najerilla y sus sierras más próximas, son su último reducto en esta Comunidad. La población lobuna riojana no existe como tal, ya que es una continuación de la Castellano-Leonesa, y las estimaciones realizadas sobre su tamaño en La Rioja son dispares, pues mientras unas la cifran en unos 20 ejemplares, otras la sitúan en 40. No obstante, si atendemos al descenso en el número de ataques al ganado durante los últimos tres años, no es descabellado suponer que la población riojana es, aún si cabe, más reducida.

En el bosque los mamíferos roedores forman una comunidad numerosa y bien adaptada, como corresponde a un medio tan diverso y maduro. Unos tienen hábitos arborícolas y han desarrollado ojos saltones que calculan bien las distancias, colas que les sirven de balancín y largas patas traseras con las que saltar de rama en rama, son la ardilla, el lirón careto y el lirón gris. Otros pasan la mayor parte de su vida bajo tierra y sus ojos son pequeños, sus patas cortas y su cuerpo globoso para poder excavar mejor, son los topillos y ratones, entre los que destacamos el topillo rojo y el ratón leonado por hallar en estas sierras su morada peninsular más meridional. En la hojarasca del bosque caducifolio podemos encontrar especies como la musaraña enana y la musaraña de Millet. Por último, no debemos olvidarnos de las especies de murciélagos forestales y de los excelentes depredadores situados en la cúspide de la pirámide alimenticia de los bosques riojanos como el gato montés, la gineta, la garduña y el tejón.”


Extraído de la sección de Medio ambiente de la página web del Gobierno de La Rioja.


Cuéntanos tu experiencia


¿Has visto alguna vez algún gran mamífero por montañas o bosques de nuestra comunidad? ¿Has descubierto alguna huella de corzo, ciervo, jabalí u otro animal? Estas formas de detectar su presencia, nos permite obtener información acerca de sus costumbres, su dieta y su vida social, entre otros aspectos.Te animamos a que en tu próxima salida te fijes en:
Huellas, excrementos, restos de alimento, camas, bañaderos, nidos, madrigueras, sendas y diversas marcas que te permitan conocer su presencia y actividad.



YA  sabes, manda tu respuesta a mi correo electrónico: profesorlug@gmail.com


Si es la primera vez que participas, manda también tu seudónimo, nombre, apellidos y el colegio al que perteneces.

Solución por whatsapp al número 682336170.




En el área EL ESPECIALISTA encontrarás una sencilla actividad para potenciar tus intereses.


jueves, 16 de enero de 2020

ACTIVIDAD 6: LA NATURALEZA BENEFICIA SERIAMENTE LA SALUD



En la isla de Okinawa en Japón está el pueblo de Ogimi, sus habitantes presumen de ser los más longevos del mundo. ¿Cómo lo hacen? ¿Cuál es su secreto?
Una parte importante de ello es la relación que guardan con la naturaleza, que les viene de los principios de la filosofía sintoísta. Los japoneses son grandes amantes de la naturaleza.
En Ogimi casi todos cultivan sus huertos, y sienten el entorno que les rodea de una forma muy especial, basada en su respeto y contemplación. Todo ello en vez de alejarles de la sociedad les hace más humanos.

Acercarnos a ese sentimiento no es difícil, al contrario, no hay cosa más simple para experimentarlo que un paseo por la naturaleza . Es sanador, nos carga las pilas, nos relaja, pero a la vez nos da vitalidad y, como hemos dicho, nos hace más humanos.
Por eso con el nuevo año uno de mis propósitos va a ser continuar con mis paseos y salidas al campo. Estoy seguro que si tú también te lo planteas te va a ayudar a mejorar tu calidad de vida, alcanzar tus sueños, o conseguir un pedacito de tu pastel de felicidad.

Esta primera semana del año os propongo dos opciones para realizar la actividad:

PRIMERA
Envíanos un propósito que vas a intentar realizar este año, relacionado con la naturaleza. Puede ser un simple paseo o u otro tipo de metas más ambiciosas como reciclar, cuidar una planta, animal…

SEGUNDA
Una de las claves para describir el amor de los japoneses a la naturaleza podría ser acercarnos al término “Setsu-Getsu-Ka” que significa literalmente “Nieve, Luna y Flores”. Implica entre otras la práctica del “Yukimi” o la contemplación del paisaje nevado en invierno.
(Si quieres entender el sentir de los japoneses por la naturaleza te ofrecemos un apartado al final de esta entrada)


Afortunadamente nuestra naturaleza es muy diversa y rica en paisajes. Ya os propusimos la contemplación del paisaje en otoño y nos mandasteis preciosas fotografías. Ahora os proponemos la práctica del “Yukimi”.  Si te decides por esta opción mándanos las impresiones de tu experiencia y una foto del paisaje que hayas contemplado.


INVIERNO

La nieve cruje como pan caliente
y la luz es limpia como la mirada de algunos seres humanos,
y yo pienso en el pan y en las miradas
mientras camino sobre la nieve.
Hoy es domingo y me parece
que la mañana no está únicamente sobre la tierra
sino que ha entrado suavemente en mi vida.
Yo veo el río como acero oscuro
bajar entre la nieve.
Veo el espino: llamear el rojo,
agrio fruto de enero.
Y el robledal, sobre tierra quemada,
resistir en silencio.
Hoy, domingo, la tierra es semejante
a la belleza y la necesidad
de lo que yo más amo.
                                                 Antonio Gamoneda, Blues castellano 1961-65





ALGO MÁS SOBRE LOS JAPONESES Y SU SENTIR SOBRE LA NATURALEZA


Una de las claves para describir el amor de los japoneses a la naturaleza podría ser el término “Setsu-Getsu-Ka” que significa literalmente “Nieve, Luna y Flores”. En general, la filosofía del “Setsu-Getsu-Ka”, es el reflejo del resultado de la interrelación de los japoneses con su entorno natural. La mayoría de las costumbres y fiestas tradicionales tienen su origen en esta peculiar relación con el medio natural. Como ejemplos ilustrativos podemos destacar la costumbre del “hanami” de contemplar los cerezos en flor en primavera, el “Tsukimi” o la costumbre  de observar la luna llena en el mes de septiembre, y también el “Yukimi” o la contemplación del paisaje nevado en invierno. De este modo, se refleja perfectamente el concepto de “Nieve, Luna, Flores”.

“Cuando vemos la belleza de la nieve, cuando observamos la hermosura de la luna llena, cuando nos complacen las bellas flores de cerezo, en una palabra, cuando nos despertamos con la hermosura de las cuatro estaciones, entonces es cuando nos sentimos tan cerca de ellas, que queremos compartir su gozo. La excitación de su belleza nos hace sentir profundos sentimientos de compañía, nos hace desear ser sus compañeros, y entonces la palabra “compañero” significa ser “humano”… Y todas estas bellezas encierran en la tradición japonesa la hermosura de las montañas y los ríos, la hierba y los árboles, y todas la innumerables manifestaciones de la naturaleza y de nuestros sentimientos humanos…”

Yasunari Kawabata