Hace mucho, mucho tiempo, los
seres humanos empezaron a pensar que la naturaleza era algo que se podía dominar.
Creyeron que podían cortar todos los bosques, controlar los ríos o usar a los
animales como si fueran objetos.
Pero esa forma de pensar fue uno de nuestros grandes
errores como especie: la idea de que el mundo que nos rodea está para ser
sometido.
🌿 ¿Qué pasa si creemos que podemos mandar sobre
la naturaleza?
Imaginad que la Tierra es como
una gran casa donde vivimos todos: las personas, los animales, las plantas, los
ríos y las montañas.
Si alguien en esa casa pensara que puede hacer lo que
quiera —romper paredes, ensuciar el suelo o dejar las luces encendidas todo el
día—, ¿qué pasaría? 😟
Exacto: la casa se estropearía
y dejaría de ser un buen lugar para vivir.
Eso mismo ocurre cuando los
humanos creemos que podemos dominar a la naturaleza.
A veces cortamos demasiados árboles 🌳, ensuciamos los mares 🌊 o usamos más
recursos de los que la Tierra puede ofrecernos.
ACTIVIDAD (Elige alguna de las opciones que te
proponemos)
Actividad 1: El espejo de la
naturaleza
Desarrollo:
- Salid al patio, jardín o parque.
- Observa tu entorno y elige un elemento natural que te llame la
atención.
- Coge un pequeño el espejo, observa ese elemento reflejado, y piensa:
- ¿Qué ve la naturaleza cuando me mira?
- ¿Soy amigo o enemigo de la Tierra?
- De vuelta a tu casa o clase, comparte tus reflexiones y dibuja lo que
viste o sentiste.
Actividad 2: Mi pacto con la
Tierra
Crea en un folio o cartulina un
cartel titulado “Mi pacto con la Tierra”, decorado con dibujos o
elementos naturales.
- Escribe en el centro una promesa personal, por ejemplo: escucharé más a los animales y plantas,
usaré menos plástico, cuidaré el agua como si fuera un tesoro.
“¿Qué pasaría si todos los humanos
cumpliéramos nuestros pactos con la Tierra?”
“La Tierra no necesita que la dominemos. Solo
que recordemos que somos parte de ella.” 🌏
Para contestar la actividad
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